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Pionera en los años setenta en el uso del vídeo como herramienta de análisis social y político, Martha Rosler (Nueva York, 1943) sigue destacando por su compromiso político y su perspectiva feminista. Durante casi cincuenta años, sus obras han examinado con una mirada crítica los mecanismos de la cultura contemporánea.

Aunque su trayectoria incluye performances, fotografías, instalaciones y ensayos, Rosler es conocida sobre todo por sus creaciones en vídeo. Colección MACBA. Martha Rosler: God Bless America! se centra en la producción videográfica de la artista a través de once obras realizadas desde los años setenta hasta 2006. La exposición muestra los ejes críticos del trabajo de Rosler, en los que se aborda la política como ejercicio ideológico del poder, jerarquía de clase e interés económico, en especial a través del imperialismo norteamericano y del control social sobre el cuerpo de las mujeres.

Junto a vídeos antibelicistas como el que da título a la exposición, las obras seleccionadas tratan temas como la inmigración, la explotación laboral, la complicidad entre las corporaciones multinacionales, el gobierno de Estados Unidos y los regímenes dictatoriales de Latinoamérica, y las transgresiones de la vida privada cometidas por el poder del Estado. Un segundo grupo de vídeos, relacionado con el anterior, gira en torno al análisis de género. Rosler explora la esfera doméstica y la instrumentalización del cuerpo de la mujer por parte de los medios de comunicación, la industria de la moda y la publicidad, así como en el ámbito legal, médico y científico. Refiriéndose a su obra, la artista ha escrito: «Quiero hacer un arte sobre lo común y corriente, un arte que ilumine la vida social.»

Comisaria: Tanya Barson

1. Prototype: God Bless America! (2006)
En este breve pero inciso vídeo antibelicista, Rosler muestra un juguete mecánico: un soldado que interpreta Dios bendiga América, la canción patriótica de Irving Berlin que hace las funciones de himno nacional. Mientras que la figura del soldado mecánico alude a la instrumentalización de los seres humanos que constituye el fundamento de todos los ejércitos, la prótesis anatómica posiciona la obra como un alegato contra la maquinaria de la muerte y los estamentos políticos y tratados internacionales que la posibilitan. Realizada durante la guerra de Irak (2003-2011), la pieza puede leerse como un manifiesto contra este conflicto en concreto. El hecho de que el juguete esté fabricado en China pone en evidencia la ironía del patriotismo en un mundo globalizado.
2. Flower Fields (1974)
Martha Rosler filmó un paisaje de colinas llenas de campos de flores a lo largo de la autopista número 5, que recorre la costa oeste americana desde México hasta Canadá. Los planos geométricos jugando con los colores evocan la tradición del arte abstracto americano. Sin embargo, al hacer un zoom en esta escena aparentemente idílica, distinguimos el duro trabajo manual de los jornaleros mexicanos, a menudo inmigrantes clandestinos, que cultivan los campos de flores. La imagen de un vehículo de la policía de fronteras desplazándose a gran velocidad y los controles fronterizos con que termina la pieza enfatizan la precaria situación de estos trabajadores.

3. Secrets from the Street: No Disclosure (1980)
Desde el interior de un coche, una cámara registra la vida de la calle y los grafitis en Mission District, San Franciso, donde se congrega la cultura automovilística del Low Rider. Simultáneamente, se oye la voz de la artista leyendo uno de sus textos sobre las subculturas alternativas callejeras, que se contraponen a la supuesta cultura nacional. Rosler interpela al espectador con mensajes como: «El secreto es que para conocer el significado de una cultura debes conocer los límites de significado de tu propia cultura.»

4. If It’s Too Bad to Be True, It Could Be DISINFORMATION (1985)
En este vídeo, Rosler examina las relaciones geopolíticas de Estados Unidos con Latinoamérica. La artista partía de un artículo publicado por The New York Times que acusaba al gobierno estadounidense de haber propagado falsas informaciones sobre Nicaragua. En concreto, el artículo hablaba de la adquisición de aviones de guerra rusos MiG por parte del gobierno nicaragüense con la intención, según las fuentes norteamericanas, de atacar a los Estados Unidos. El vídeo incorpora material de prensa y crea una disrupción entre texto e imagen que cuestiona la supuesta autoridad y objetividad de los medios de comunicación. Como en otras obras de la artista, la estructura formal es inseparable del análisis político.

5. Chile on the Road to NAFTA, Accompanied by the National Police Band (1997)
En este vídeo, realizado cuando Chile se encontraba en vías de ser admitido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por las siglas en inglés), Rosler aborda de nuevo el tema de la implicación de Estados Unidos en Latinoamérica. Chile ha sido aclamado como un milagro económico, una señal de progreso que contrasta con la represión política de su historia reciente. El subtexto en esta pieza denuncia la complicidad de Estados Unidos en el golpe militar de 1973 en Chile, que situó al general Augusto Pinochet en el poder. Rosler cuestiona el coste del crecimiento económico chileno. Un enorme panel publicitario en la autopista que conduce a Santiago, filmado desde la parte posterior, parece un puño alzado en un gesto revolucionario; pero al sobrepasarlo, se ve que el puño sostiene una lata de Coca-Cola, símbolo del imperialismo norteamericano. Paralelamente, las familias de las víctimas del golpe de Estado escriben los nombres de los desaparecidos en un monumento conmemorativo.

6. Domination and the Everyday (1978)
Mientras una mujer se ocupa de su hijo en un hogar de clase media, los mensajes emitidos por los medios de comunicación (entre otros, una entrevista televisiva con la propietaria de una galería que habla del arte de los sesenta) se combinan con un texto de la artista sobre las formas de dominación en la vida cotidiana. Rosler superpone imágenes del dictador chileno Augusto Pinochet, anuncios publicados en revistas y fotografías familiares. La confrontación de audio, texto y elementos visuales resume los efectos de la experiencia cotidiana cuando la política se infiltra e impacta en la vida privada.

7. Semiotics of the Kitchen (1975)
En este vídeo – una de sus obras más conocidas– la artista aparece ante una mesa de cocina y nos va mostrando varios utensilios por orden alfabético, empezando por apron (delantal) y terminando por tenderizer (maza). Rosler adopta el papel de una «anti Julia Child», la popular chef de la televisión americana de quien se dice que, en los años sesenta, introdujo la cocina francesa en los hogares de Estados Unidos. Como sugiere el irónico título de la obra, y también la agresividad con la que la artista demuestra el uso de cada objeto, lo que era un vocabulario de objetos domésticos se transforma en un léxico de rabia y frustración. En palabras de la propia Rosler: «Cuando la mujer habla, da nombre a su propia opresión.»

8. Vital Statistics of a Citizen, Simply Obtained (1977)
Mientras la artista se va desvistiendo, un hombre en bata blanca toma medidas de su cuerpo con una minuciosidad cada vez más invasiva. Tres mujeres hacen sonar unos instrumentos según si las medidas registradas están por encima de la media, por debajo o exactamente en la media. El vídeo plantea el grado de escrutinio al que se somete el cuerpo de la mujer en la sociedad moderna, así como la imposición de unos estándares y normas a los que se supone que debe ajustarse el cuerpo femenino. En un sentido más amplio, la obra evoca la institucionalización de mediciones pseudocientíficas que se han esgrimido históricamente para justificar teorías raciales discriminatorias y en contextos como los concursos de belleza. Rosler también incorpora fotografías documentales hechas por el gobierno estadounidense en los años treinta con fines estadísticos, mientras una voz en off enumera casos de crímenes contra las mujeres.
9. Born to be Sold: Martha Rosler Reads the Strange Case of Baby S./M. (1988)
Rosler abordó el tema del género y la clase social en los medios de comunicación en la década de los ochenta con el «caso Baby M». Ampliamente difundido por los medios sensacionalistas, el caso implicaba a una madre de alquiler de clase trabajadora, Mary Beth Whitehead, que decidió no dar a su bebé en adopción. La pareja adoptante, Elizabeth y William Stern, mejor situada socialmente (él bioquímico, ella pediatra), demandaron a la mujer y ganaron el juicio, con el argumento de la prerrogativa paterna del señor Stern. En el más puro estilo teatral de comedia americana, Rosler construye una pieza en la que alterna secuencias reales de televisión y transcripciones del juicio con la interpretación de la artista. De este modo hace patente la tendenciosidad del sistema judicial a favor de la pareja burguesa y la denigración pública sufrida por Whitehead. Vital Statistics of a Citizen, Simply Obtained 1977 Vídeo monocanal, color, sonido 39 min 20 s Colección MACBA Depósito del Ayuntamiento de Barcelona 10. Martha Rosler Reads ‘Vogue’

10. Martha Rosler Reads ‘Vogue’ (1982)
Se trata de otro vídeo protagonizado por la propia Rosler, que en esta ocasión asume el papel de una presentadora de televisión, con todas las convenciones del personaje. La artista hojea un número de la revista de papel cuché Vogue, y alterna las glamurosas imágenes de la cultura consumista con otras que muestran un taller de confección de trabajadoras asiáticas. Los datos sobre el precio por hora que cobran esas obreras textiles se contrastan con los elevados sueldos de las modelos de moda. La estadística y las duras condiciones de trabajo ponen al descubierto la cara oculta de la industria de la moda. Las imágenes de éxito y de lujo asociado al consumo aparecen simultáneamente como una manipulación de las mujeres ricas y una explotación de las mujeres pobres.

11. A Simple Case for Torture, or How to Sleep at Night (1983)
Como reacción a un artículo editorial aparecido en la revista conservadora Newsweek en 1982, Rosler construye un ensayo visual que enfatiza las peligrosas implicaciones totalitarias de las tesis a favor de la tortura que defiende dicho artículo. Mientras una voz en off –la de la propia artista– va leyendo el artículo de la revista, el vídeo contrarresta su argumentario de manera gradual. El punto de vista contrario de la artista se despliega a través de imágenes de artículos de prensa sobre temas que abarcan desde los derechos humanos hasta el desempleo y la economía global. Exponiendo un conjunto exhaustivo de contraargumentos, Rosler denuncia al gobierno y las empresas estadounidenses que apoyan regímenes políticos que recurren a la tortura, así como el silencio de la prensa y su parcialidad en la cobertura de noticias.

Artista

Martha Rosler