De estudiosos y estudiantes

«Pensar es, para mí, pensar de nuevo una vieja palabra» (Peter Handke). En las revueltas estudiantiles europeas contra Bolonia, uno de los lemas fue: «Somos estudiantes y no capital humano». Como si los jóvenes quisieran ampararse en esa vieja palabra para resistirse a la subordinación de la universidad a las nuevas formas económicas y biopolíticas del capitalismo cognitivo, ese que hace del aprender (y del aprender a aprender) su principal fuerza productiva. Y tal vez la definición de los profesores como estudiosos y como iniciadores al estudio (y no como productores o transmisores de conocimiento útil y mercantilizable) pueda contribuir a combatir su progresiva precarización e instrumentalización.

En ese sentido, la pretensión de estas jornadas no es otra que explorar juntos la potencia de una palabra en desuso para probar si puede sernos de alguna ayuda tanto para la crítica de las instituciones educativas del presente como para la invención y el sostenimiento de otras formas de relacionarse con el decir, con el saber y con el pensar. Para que la escuela pueda ser, otra vez, de nuevo, la casa del estudio.