Su trabajo se sitúa “entre” la coreografía, el cine y las artes visuales. Más allá del interés presente en sus primeras piezas por las convenciones teatrales y cinematográficas y por la comprensión implícita del espectador de las mismas, en sus últimos trabajos busca cuestionar esta relación abriendo espacios de potencialidad a través de encuentros con aquello que nos resulta extraño y ajeno, estableciendo bordes difusos entre lo conocido y lo desconocido, el objeto y el sujeto, lo orgánico y lo artificial, lo animado y lo inanimado. Su trabajo trata de eludir las lógicas logocéntricas y antropocéntricas, donde el propio conocimiento humano se convierte en un algo vulnerable frente a otros ecosistemas enigmáticos y complejos. María Jerez combina la producción de su labor artística con proyectos pedagógicos, curatoriales y editoriales.