El Grup de Treball hizo su última intervención colectiva en la 9ª Bienal de París, celebrada en el Musée de la Ville en otoño de 1975. En el catálogo de la muestra, hay dos páginas en blanco: corresponden al espacio dedicado a la participación del grupo. Una nota indica que, dado el contenido del trabajo presentado y para evitar posibles represalias derivadas de la situación política española, sus autores optaron por no aparecer en el catálogo. Un año más tarde, la obra se presentó en la 37ª edición de la Bienal de Venecia, en lo que fue la última aparición del Grup de Treball, que se disolvió poco tiempo después. Pese a esta circunstancia, la obra pudo verse aún en la Fundació Joan Miró de Barcelona en 1977. El trabajo presentado, firmado por Francesc Abad, Jordi Benito, Antoni Mercader, Josep Parera y Dorothée Selz, fue Champ d'attraction. Document. Travail d'information sur la presse illégale des Pays Catalans. 9e Biennale de Paris. Como indica el título, la obra es un documento de análisis de la situación de la prensa ilegal catalana en los últimos años del franquismo. Resultado de una investigación en colaboración con el historiador Emili Giralt, se presentaron once carteles fotográficos con textos, imágenes y gráficos sobre la prensa clandestina editada en los Países Catalanes. Junto a los paneles, se expusieron revistas originales. Analizaban publicaciones como L’espurna y Treball, órganos de la Liga Comunista en Cataluña y del PSUC respectivamente. También Mundo obrero, publicación del Partido Comunista de España, y Flecha-Roja, editada por estudiantes marxistas-leninistas, entre otras. La introducción del marxismo en Cataluña, el análisis semiótico de los mensajes cifrados aparecidos en la prensa clandestina y el uso de la imagen en la condena a muerte de Salvador Puig Antich, son algunos de los temas abordados. «Responde a las características típicas de un trabajo de ocupación política de una plataforma artística (Bienal de París) muy conforme con la línea de la lucha política en el Estado español durante el verano de 1975» (Antoni Mercader, texto para acompañar el material de la exposición Cien años de cultura catalana, Madrid, 1980). La situación social y política en España era muy frágil: se acababa de aprobar la Ley antiterrorista y se había instaurado el estado de excepción. Era el mes de octubre de 1975. A raíz de esta situación límite, y para evitar posibles represalias, el Grup de Treball decidió no firmar su trabajo. Este hecho generó un comunicado que Georges Boudaille leyó en la apertura de la Bienal, en el que explicaba la situación que se vivía en España y exponía las razones por las que la obra no estaba firmada. Pocos días después de la clausura de la Bienal, moría Franco y la situación política en España iniciaba un nuevo proceso. Este fue el último trabajo del grupo. Su implicación y el riesgo que conllevaba no fueron secundados por todo el colectivo, y eso precipitó su disolución. Se iniciaba una nueva etapa histórica y creativa. De las distintas intervenciones del Grup de Treball, su participación en la Bienal de París fue una de las más representativas de lo que se ha llamado «conceptualismo