El año 1975 marca el fin de Grup de Treball, que se mantenía activo desde 1973. Es también el año de la muerte del general Franco, el 20 de noviembre, y el inicio de los profundos cambios sociales y políticos que en pocos años se darán en el país. Cada vez más, Grup de Treball tiende a organizarse como plataforma global de reivindicación del estatuto del artista desde una perspectiva sindical, y en marzo de 1975 se convoca la que pretende ser una asamblea mayoritaria del sector. En el mes de abril, Grup de Treball asume el comisariado de la exposición Granollers, vila oberta, en la cual propone un análisis de la situación artística de la ciudad, y participa en la muestra Homenatge a l’arquitectura. Celebrada entre el 25 de abril y el 18 de mayo en la sala Picasso del Col·legi d’Arquitectes de Barcelona, la exposición Homenatge a l’arquitectura estuvo convocada por la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona con motivo de la celebración de la “100 Promoció d’Arquitectes”. Participaron más de 100 personas entre artistas visuales, intelectuales, críticos de arte, escritores y músicos. Entre otros, Josep Guinovart, Oriol Bohigas, Josep Antoni Coderch, Modest Cuixart, Feito, Terenci Moix, J. V. Foix, Josep M. Mestres Quadreny, Xavier Montsalvatge, Oriol Tusquets y también Grup de Treball. En su intervención, Grup de Treball utilizó como soporte el cartel oficial de la exposición, sobre el cual elaboró un diagrama conceptual: por medio de diferentes conceptos vinculados y conectados con flechas según unas relaciones lógicas, el grupo analizaba su propia participación en certámenes de arte y descodificaba y cuestionaba la exposición como institución artística. Con ideas-fuerza como “Idea de organizar un montaje de bajo coste y rentable al máximo”, “Prestigio grupo promotor” o “Captación de artistas de gran eco popular”, atacaba frontalmente las estructuras de organización de la muestra y sus mecanismos de control sobre los artistas.