Schokoladenmeer forma parte de una larga serie de obras en las que Dieter Roth utilizaba materiales comestibles y elementos orgánicos como azúcar, pan, especias, salchichas, queso, leche agria, moho, excrementos o chocolate. En esta obra, Roth trituró el manuscrito de una novela que no se llegó a publicar y con las tiras de papel y los trozos de chocolate hizo una composición. Se trata de una escultura de base plana en la que se acumulan en columnas múltiples porciones de chocolate y se combinan con las tiras de papel mecanografiado. En Schokoladenmeer, Roth lleva su tesis sobre la inexistencia de la obra eterna y la inmutabilidad del arte hasta las últimas consecuencias. Las tabletas de chocolate Lindt de la obra recuerdan que la creación solo tiene sentido vinculada a la vida, y aunque la mutabilidad y la transitoriedad son inherentes a cualquier obra, el uso de materiales orgánicos lo hace aún más evidente.