Rosanna pertenece a las llamadas Time Series de Hans-Peter Feldmann. Estas series consisten en la captación de un momento cotidiano a través los disparos casi continuos que permite un carrete de fotografías de 35 mm. Las fotografías finales generan en el espectador la sensación de estar viendo unos cuantos fotogramas de una película, un breve lapso de tiempo congelado, pausado. Se genera entonces una subversión temporal, en la que la escala temporal de lo fotografiado se disloca y se expande, superponiéndose al tiempo real del observador. "No me interesan los momentos álgidos de la vida. Solo 5 minutos al día son interesantes. Yo quiero mostrar el resto, la vida normal." Hans-Peter Feldmann "El mundo humano no se define solo por lo histórico, por la cultura, por la totalidad o la sociedad global, por las superestructuras ideológicas y políticas. Se define por ese nivel intermedio y mediador: la vida cotidiana .En ella se observan los movimientos dialécticos más concretos: necesidad y deseo, disfrute y no disfrute, satisfacción y privación. Logros y lagunas, trabajo y no trabajo, la parte repetitiva y la parte creadora." Henri Lefebvre ¿Pero qué aspectos de lo cotidiano muestra Feldmann? Hasta ahora hemos visto que su mirada recoge varios aspectos al incluir las imágenes y objetos que lo habitan y las narrativas que construimos con todo ello. Pero veremos también que describe el quehacer diario y el terreno de la “intimidad sensible”. En esas narrativas, su mirada se vuelve más contemplativa. El caso más extremo de esa mirada abstraída son las numerosas Time Series, series de tiempo que Feldmann inicia en los setenta. Estas series son imágenes consecutivas de un mismo lugar o una misma persona en un espacio muy breve de tiempo, a modo de fotogramas. Los temas son triviales: un hombre lee un periódico, una pareja anda por la calle, una mujer limpia una ventana en el edificio de enfrente, gaviotas en el cielo, el rincón de un jardín. Feldmann observa, contempla pequeños sucesos. Nada importante o trascendente, solo un momento cualquiera de un día cualquiera. Recoge el paso del tiempo en las 36 imágenes que componen un carrete, con una velocidad cercana a la que usa la cámara de cine. Pero si en el cine la temporalidad que se vive es el presente, estas series de fotos hablan de capturar el tiempo, de detener el fluido invisible que teje nuestra vida para inspeccionarlo. Responden a la perplejidad ante la idea del tiempo, como si interrogaran la inmanencia de la vida. Feldmann ha convertido los momentos triviales, los momentos desatendidos que llenan nuestros días, en acontecimientos, en algo digno de fotografiar y recordar. Se trata de momentos donde prácticamente no hay acción, donde no pasa nada. Y donde nada sucede solo podemos ser. Si la colección indaga en las narrativas que dan sentido al tener, en estas narrativas situadas en espacios temporales donde no pasa nada estamos más cerca del ser que del tener. Más cerca de la vida contemplativa que de la vida activa. De ahí el carácter meditativo de estas series de imágenes tan corrientes. Helena Tatay Helena Tatay, Texto, Helena Tatay (ed.), Hans-Peter Feldmann. 272 Pages. Barcelona: Fundació Antoni Tàpies, 2001.