En 1973, en el marco de los movimientos feministas y del arte pop, Dorothée Selz realizó la serie Mimétisme relatif, que aborda, con humor y espíritu crítico, la imagen de la mujer seductora construida por las revistas de moda y la publicidad. La artista elabora dípticos fotográficos en los que yuxtapone una imagen extraída de anuncios publicitarios y una fotografía suya imitándola, lo que le permite desenmascarar la artificialidad de la imagen de la mujer vehiculada por los medios. Los marcos de colores brillantes y formas sinuosas evocan los ornamentos de los pasteles. Al mismo tiempo que el feminismo denunciaba la idealización y cosificación mediática del cuerpo de la mujer, apropiándose del imaginario popular, Selz rechaza estos iconos imitándolos irónicamente.