Translacions comprende un conjunto de fotografías que documentan acciones realizadas en 1973 en distintos espacios naturales. La primera acción, realizada en el Parc de la Ciutadella, consistió en pintar la concha de varios caracoles con pigmentos de colores. La segunda tuvo lugar en la playa de Premià de Mar y se trataba de hacer flotar una superficie de hierba de unos cuatro metros cuadrados en el mar, con la ayuda de una pequeña barca de remos. La tercera acción, que se llevó a cabo en Sant Martí d’Empúries, consistió en el traslado de arena de las dunas de una playa a un campo de cultivo. Estos trabajos mostraban cómo opera un elemento natural sin ser transformado fuera de su contexto. En otra de esas acciones, titulada Dona-arbre, Fina Miralles se plantó a sí misma como un árbol. La artista hundió ambas piernas casi hasta la cintura en la tierra de un prado de Sant Llorenç del Munt. Con estos gestos la artista se pregunta qué implica la pertenencia a algo, cómo se trastoca el orden de lo que viene dado y dónde está el límite de lo establecido.