La vida cultural posterior a la Segunda Guerra Mundial quedó fuertemente marcada por la explosión de la performance, la cual disolvió la tenue línea que separaba una obra de arte de la acción que le daba forma. Este arte performativo, echando mano tanto de la pintura como de la arquitectura, la escultura o la instalación, así como de todo aquello que le ayudara a dar vida a una "acción creativa", se convirtió en un fuerte vehículo de comunicación no solo de artistas plásticos sino de músicos, bailarines, científicos y escritores. Dando luz a esta fuerza expresiva, el MACBA acogió en 1998 la exposición Arte y acción. Entre la performance y el objeto, 1949-1979 comisariada por Paul Schimmel para el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles. Producto de esta muestra, el museo publicó este opúsculo, reproduce íntegramente el texto "Salto al vacío. La performance y el objeto" del que propio Schimmel.
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